Mil Hijos
Mil Hijos
Historia
Los principales orígenes de la XV Legión fueron el Imperio Aqueménida, los Enclaves de los Señores del Fuego de Oaus y el Dominio Kashai. No está claro cuántos reclutas fueron sometidos al proceso de inducción, lo que sí se sabe es el número de los que marcharon desde las forjas genéticas de Terra y Luna, un número registrado con exactitud como si tuviese un significado. Un millar de guerreros. Quizás, al principio, el único hecho notable es que habían adoptado rápidamente una heráldica distintiva propia: el antiguo glifo "Milenario" para identificar a su Legión, y elementos de la panoplia ocre de los "Regimientos Inmortales" del Imperio Aqueménida.
Entonces una reputación aún más extraña la envolvió como una capa. Quizás fue porque crecía lentamente seleccionando sus reclutas con gran cautela y siguiendo criterios que seguían sin estar claros. Sea como fuere, cuando las cualidades únicas de los Mil Hijos por fin se manifestaron, no apagaron las ascuas de la desconfianza, sino que las avivaron, pues estos empezaron a manifestar potentes habilidades psíquicas. Estas eran manifestaciones del potencial del Empíreo en su grado más destructivo y majestuoso.
Los Mil Hijos siguieron siendo una Legión pequeña, incluso aparecen en la mayoría de registros con un tamaño no superior a los 10.000 guerreros. Parte de esto se debía a que la Legión aceptaba a muy pocos reclutas. Pero no puede negarse que durante este periodo lo que les faltaba en números lo compensaban en efectividad. Mostrando niveles cada vez mayores de fuerza psíquica, algunos legionarios murieron mientras sus cuerpos se disolvían en energía disforme, mutando sin control. La Legión dio un nombre literal a la maldición que había caído sobre ella, "el Cambio de la Carne". Los Mil Hijos lucharon para controlar lo que les estaba ocurriendo y mantenerlo en secreto, pero una epidemia así no podía ser mantenida completamente en secreto, aún retorciendo los hechos donde no podían ser ocultados. Pero entonces los Mil Hijos estos fueron salvados.
Magnus llegó a Prospero como un cometa que atravesó el cielo nocturno. y nadie podía dudar que el niño caído de los cielos sólo podía anunciar grandes cambios, y cuando creció, absorbió las lecciones de sus maestros, superándolos en cada disciplina, erudición y empresas psíquicas. Con esto la semilla genética de los Mil Hijos se había estabilizado y el reclutamiento había comenzado a reponer sus mermadas filas y entonces, los Mil Hijos empezaron a reunir secretamente textos sagrados e investigaciones olvidadas recogiéndolos en el tomo conocido como el Libro de Magnus.
Cuando Magnus el Rojo se enteró de la traición de Horus, usó sus propias habilidades psíquicas para mandar un mensaje al Palacio Imperial. Pero el Emperador asumió que era Magnus quien había sido corrompido y ordenó a la Legión de los Lobos Espaciales ir a Prospero y traer a Magnus de vuelta a Terra, pero el Señor de la Guerra Horus había interceptado las comunicaciones y convenció a Leman Russ de que Magnus debía ser juzgado y castigado.
Magnus dispersó a la flota al descubrir el ataque Leman Russ. Entonces, un tremendo bombardeo orbital redujo Prospero a escombros. Una gran cantidad de vehículos y naves de apoyo descendieron destruyendo sus defensas. Los Mil Hijos consiguieron resistir hasta que Magnus invocó antiguos hechizos para escapar de Prospero, abriendo una puerta hasta el Ojo del Terror donde su nuevo patrón, Tzeentch, había preparado un mundo demoníaco para Magnus y los supervivientes de su legión.
El Bibliotecario-Hechicero Jefe de los Mil Hijos, Ahzek Ahriman, divisó un camino para prevenir las futuras mutaciones en forma de un poderoso conjuro. La mayoría del resto de Bibliotecarios se juntaron para crear una Cábala y desatar la Rúbrica. La Rúbrica de Ahriman desató terribles rayos que golpearon a todos los Mil Hijos. Aquellos que tenían poco o ningún poder psíquico, fueron desintegrados, dejando atrapadas sus almas en el interior de sus armaduras. Aquellos que poseían grandes habilidades psíquicas vieron sus poderes aumentados, tornándose en los Hechiceros más poderosos de la galaxia.
Magnus estaba a punto de destruir a Ahriman y a su Cábala por lo que le habían hecho a su Legión, pero cuando estaba a punto de aplastarles, Tzeentch le susurró: "Magnus, destruyes mis peones demasiado a la ligera". Magnus maldijo a Ahriman a vagar por la galaxia buscando el verdadero significado del Caos y ahora busca artefactos sagrados y psíquicos poderosos para corromperlos y añadirlos al arsenal de los Poderes Ruinosos.
