Guerreros de Hierro
Guerreros de Hierro
Historia
Durante décadas la Legión de los Guerreros de Hierro fue el ariete usado para derribar toda fortaleza inexpugnable o ciudadela impenetrable. Su Primarca conocido como un caudillo despiadado y efectivo que podía discernir la debilidad oculta en cualquier enemigo y un general para quien la victoria valía cualquier precio en sangre.
Parece que los primeros éxitos de la IV Legión fueron recompensados con prioridad en el reaprovisionamiento con nuevas clases de armas y máquinas de guerra, así como un notorio incremento del número de reclutas, y que cuando las fuerzas de la Gran Cruzada sobrepasaron los límites del Segmentum Solar, su formación militar y métodos de guerra permanecieron rígidamente intactos, mientras que las otras legiones habían evolucionado hasta revelar rasgos de carácter reconocibles y modos de combatir idiosincrásicos.
Los miembros de la IV Legión eran conocidos por ser unos de los más tecnológicamente aptos y habilidosos y dio cada vez más importancia a la formulación de estrategias previas a la batalla. Para servir a esta inclinación, la Cuarta también reunía el que quizá fuera el mayor tren de artillería de las Legiones de la historia de la Gran Cruzada.
Aunque estas tácticas indicaban un enfoque pragmático de la guerra, también era cierto que una vez empezada la batalla no cesarían en su ataque por nada. Esta amarga testarudez creció con el tiempo, hasta el punto de alcanzar la victoria a cualquier precio, aún al coste de la pérdida de fuerzas de forma innecesariamente costosa.
Perturabo recibió el mando de la IV Legión después de que la guerra constante y el desgaste hubiesen erosionado sus filas. Perturabo, para el que cada batalla y cada campaña no eran más que un problema que concretar, deconstruir y superar, llevó a cabo una revisión de la IV Legión y compararla con las otras Legiones y se sintió insatisfecho de sus hijos y actuó consecuentemente. Su castigo fue el diezmado.
Para los supervivientes del diezmado de la IV Legión la lección estaba clara: así sería el gobierno de Perturabo, despiadado e inmisericorde. La muerte sería el precio del fracaso. Con sus terribles métodos, Perturabo rehízo la Legión aliándose con el Mechanicum para conseguir nuevos astilleros orbitales y fundiciones que ardieron con frenética actividad para servir a su Legión y despertando en sus guerreros una desalmada indiferencia hacia la vida junto con la despiadada determinación.
En la guerra los Guerreros de Hierro se habían convertido en una máquina de guerra implacable e inflexible, una bestia de acero y fuego que barría mundos y devoraba ejércitos y a medida que luchaban junto a sus Legiones hermanas, se ganaron una reputación de eficiencia brutal, dominio de la guerra de blindados y puntería sin rival como artilleros.
En el Asedio de Terra la IV Legión fue decisiva, pues con su experiencia en el campo de los asedios permitió que las demás Legiones Traidoras atravesaran los muros y defensas del Palacio Imperial. Actualmente los Guerreros de Hierro tienen su base en el mundo demoníaco de Medrengard, en el Ojo del Terror, el cual convirtieron a su llegada en un fortín inexpugnable.
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